Las Ruinas de Wilkahain, no pertenecen a la Cultura Wari - Alejandro La Torre

sábado, 25 de enero de 20140 comentarios

Hoy, he visitado las ruinas de Wilkahain que se encuentran en la comunidad de Paria, distrito de Independencia a siete kilómetros de la Provincia de Huaraz.Región Ancash. Al decir la verdad, son unos restos arqueológicos hermosos; lucen bien conservados gracias a la ayuda internacional que reciben y el apoyo de la mina Barrick.

 El IchickWilcahain(pequeño Wilckahain)luce magnifico, con construcciones de dos, hasta de tres niveles y galerías subterráneas que se comunican entre sí.Con piedras tan descomunales dentro de su construcción como debajo de su techo. El HatunWilkahain(Wilcahain grande) es imponente. Las inmensas lajas de piedra que sirven como bóvedas a los pisos superiores son asombrosamente impactantes, también tiene dos a tres niveles que se comunican entre sí mediante galerías subterráneas. Estas ruinas han sido olvidadas y abandonadas por mucho tiempo por las autoridades locales. Han sido depredadas y destruidas por saqueadores, huaqueros y por la ignorancia de sus moradores cercanos que han dejado huellas indelebles en sus estructuras. 


El guía autorizado por el Ministerio de Cultura de Huaraz, nos comentó una serie de incongruencias sobre esta cultura, y los afiches pegados en un pequeño salón de muestras arqueológicas, me dejaron una serie de interrogantes que hicieron que me preguntara:
¿Wilkahain a qué cultura pertenece en la cronología de la historia peruana? ¿Efectivamente fueron Chulpas aquellas ruinas? ¿Por qué se dice que pertenecen a la cultura Wari?¿Que representan en realidad estos monumentos arqueológicos?
Respondiendo la primera pregunta, diremos que Wilkahuain pertenece a la cultura Recuay y el conocimiento de su cerámica, data desde 1873 cuando Agustín Icaza, propietario de las estancias Rapich y Cayac en los términos del antiguo pueblo de Recuay, exhumó en sus tierras numerosas tumbas y extrajo más de 152 vasijas. Los vendió a José  Mariano Macedo, medico natural de Ayaviri residente en Lima, quien termino revendiendo su colección al Museum fu Volkerkunde de Berlín en 1881. En 1929 Julio C. Telloy Wendell Bennett en 1938, al estudiarlo lo nombraron “Callejón de Huaylas”, Rafael LarcoHoyle lo denomino “Santa”. Luis G. Lumbreras lo llamo “Huaraz” y TrenceGrieder “Pashash”
 La cultura Recuay floreció en el Intermedio Temprano, es decir 600 ó 800 años antes que la cultura Wari que pertenece al Horizonte Medio, según la cronología de John H. Rowe. Quiere decir que la cultura Recuay, era contemporáneacon la cultura Huarpa, antecesora de Wari en el departamento de Ayacucho. La cultura Recuay  es heredera de los conocimientos de la 
culturaChavin que ya se encontraba en decadencia. Afirman esta aseveración algunos arqueólogos, que la cultura Recuay es una prolongación modificada de la antigua Chavin; por la cercanía de su territorio, por las construcciones tipo subterráneos y por las cabezas clavas de piedra en sus construcciones.La cultura Recuay abarco un extenso territorio en el departamento de Ancash; ocupo todo el Callejón de Huaylasy parte de Conchucos como lo atestiguan las ruinas de Yayno en Pomabamba, y la localidad de Pashash,en la provincia de Pallasca, todos estos centros arqueológicos se ubicaban hacia el norte.Hacia el oeste, abarco las partes altas de los valles de los ríos Santa, Casma,Huarmey y Nepeña enfrentándose por sus límites con los Moche. Así mismo, por el este parece haber dominado ciertas regiones de la cuenca del rio Marañón donde se asentó la cultura Tinyas, muy cerca de Huánuco. Su capital según StevenWegner,(1982) fue probablemente Kekamarca, ruinas de casas ubicadas entre los ríos Auqui y Quilcayen Huaraz, que el aluvión de 1941 lo tapo o arraso todo, no dejando rastros. Este asentamiento
fue estudiadopor Wendel C. Bennett (1944: 12-13) quien afirma que una vez incorporado al Tahuantinsuyo fue la capital de la región Huaylas.
Pienso en mi torpe entender, que el nombre de cultura Recuay: ¡es un error!¿Por qué?
Porque  se le denomino así, después de haberse dado a conocercon este nombre las primeras piezas cerámicas halladas por Agustín Icaza en aquella localidad. Lugar que no refleja la vastedad de los otros restos arqueológicosasentados en las diferentes zonas de la región del callejón de Huaylas. Con el nombre Recuayfue difundido por los arqueólogos locales y por estudiosos extranjeros de nuestra cultura.En otros lugares del mundo se le conoce hasta el día de hoy como la cultura Recuay. Los restos arqueológicos y ceramios de Wilcahuain, Honcopampa, los restos de Copa de la localidad de Cahuaz y los restos de Caraz, Yayno y Pasah de la región de los conchucos corresponden a una cultura llamado Callejón de Huaylas o región Huaylas como lo denominara Wendel C. Bennett y no denominarlo solamente cultura Recuay.
Esta denominación resulta ser muy localista, muy simplista y no explica la gran diversidad cultural que muestra los diferentes sitios arqueológicos que componen esta región ancashina.


La cultura Wari muy por el contrario pertenece al Horizonte medio (600 a 1200 dc.) como ya lo afirmamos, no se conoce mucho sobre su ciudad. El arqueólogo LuisG. Lumbreras (Lumbreras 1980: 133) dice que su capital fue Ñahuinpuquio, no data ninguna ubicación, solo dice que está al sur de Ayacucho.Su ciudad principal Conchopata, se encuentra a un kilómetro de Ayacucho, estas dos ciudades pertenecieron a la culturaHuarpa. Su verdadera ciudad a la que llaman ciudad Wari, se asienta entre las quebradas Tarahuayco y Pacaicasa, en el distrito de Quinuaa 25 kilómetros de la Provincia de Ayacucho. Esta ciudad dicen que fue construida  por los Wari; pero existen dos centros en ruinas, separadas uno del otro, denominado Ushpa Coto y Sulla Cruz, no resultan tan imponentes como las ruinas de Wilcahuain. Los Wari construyeron sus viviendas con piedras menudas llamadas pachillas y solo quedan unos cuantos muros y algunas piedras grandes como en el lugar denominadoCapillayoc, que dista dos kilómetros de estas dos ciudades. Pikillacta en el Cuzco, Warihuilca en Huancayo, Wiracochapampa en La Libertad, tienen mejores restos arqueológicos que la de Ayacucho, allá aquellos pueblos, que dejan de valorar sus restos y regalárselos a los Waris.Según KrzysztofMakowskiarqueólogo polaco,en su libro Primeras Civilizaciones (Makowski2004:153) comenta: “se ha llegado casi a un consenso de que el imperio Huari, si acaso existió como tal, no pudo controlar nunca la mayor parte de la costa y de la sierra norte”. La arqueóloga Leonor Cisneros Velarde dice: Hasta hoy no contamos con un plano completo de la ciudad que nos permita mostrar claramente como fue en realidad su territorio. (Cisneros 1980: 142). Si no se conoce bien su territorio: ¿Cómo puede ser un imperio, sin un territorio definido? Ni a los incas lo reconocen como un imperio, a pesar de que hemos palpado su vasto territorio. Luis G. Lumbreras en su libro titulado “El Imperio Wari”, dice de su suelo: “La evidencia es de que Ayacucho no es una zona agrícola de gran riqueza. Estamos más bien frente a una región de pocos recursos agrícolas naturales y con un alto porcentaje de terreno no apto para el cultivo… La estepa de la parte Baja de la cuenca (2,300-2,800 m) es una zona espinosa casi deshabitada, con excepción claro, de los fondos de valle como La Totora, Coqo y Pacaycasa- Huayllapampa, para citar algunos”(Lumbrearas 1981: 68,69). Si la ciudad de Wari,no es tan grande ni apta para el cultivo y la supervivencia: ¿Cómo se le puede considerar un gran imperio?¿Cómo se vanaglorian los warisde haber inventado los andenes, si no tienen ni uno para muestra? No han podido ni irrigar su territorio, como para crear zonas de cultivo. Entonces;¿dóndeestá ese gran imperio del que estamos hablando?Makoswski dice en su libro Primeras Civilizaciones, pagina 168: “La imaginación de los arqueólogos poblaba los recintos amurallados con miles de artesanos y campesinos subyugados”Todo hace suponer que la magnitud de su importancia, responde al interés particular de un arqueólogo local y las ruinas de Wilcahuain, Honcopampa y Huaullas nunca pertenecieron a dicha cultura Wari, como son ilustradoslos diferentes textos y libros bibliográficos de nuestro medio y el extranjero.
Respondamos la segunda pregunta: ¿Efectivamente fueron Chulpas aquellas ruinas?
Existen muchas definiciones para la palabra chulpa y muchos autores han tratado de definirlos atreves de centurias para ubicarlos en el tiempo y determinar su aparición.John Hyslop, arqueólogo americano en su Journal of Field Archaelogide 1977, publica estudios sistemáticos destinados a reconstruir tipologías y periodificación de las chulpas y el sistema que los soporta. El autor logra determinar por descripción comparativa, que las chulpas se estarían desarrollando inicialmente en el reinado Lupaca, cercanas al lago Titicaca, entre los años 1100 d. C. hasta 1550 d.C.Dicho periodo estaría caracterizado por el reinado de señores locales provinciales, (Hyslop 1977: 150) y la utilización de estas expresiones, estarían asociadas a complejos ritos ceremonialesfúnebres, siendo construidas por las elites gobernantes para los dirigentes de ésta (Hyslop 1977: 154).
Vemos por los estudios de Hyslop que los Lupacas pertenecen a la cultura Tiahuanaco y comprenden el periodo Intermedio Tardío y el reinado de los incas en el Tercer Horizonte, quiere decir, que las chulpas no se construyeron antes, más parecer ser, construcciones incas. Si esta aseveración es cierta,Wilcahuain no sería una Chulpa. Su nombre Wilca o Huilca, significa en el quechua antiguo: santuario, adoratorio y la palabrahuain es casa.  Toda la palabra completa, seria casa de adoración o casa sagrada, no significa chulpa o cementerio pre inca. Entonces quién fue el sabio que lo denomino: ¡chulpa!
Algunas personas que dicen ser estudiosos de esta cultura, manifiestan que Wilcahuain significa “casa del nieto”, por usarse la palabra quechua wilca como nieto. Preguntémonos ¿casa del nieto de quién? ¿De un curaca, de un malku? No tiene congruencia dicha aseveración. La palabra wilca tiene varias connotaciones, significativas en quechua, significa en algunos casos “lugar de sales de plata”. Pero como dijimos líneas arriba es más compatible la palabrawilca o vilca con el significado “sagrado”. Por lo tanto estos restos arqueológicos eran templos sagrados como lo fue Chavín en su época.
Se dice que las chulpas eran construidas en forma de torre para los Malku, palabra aymara que significa señor local o principal, que a su muerte era momificado y enterrado en estos recintos. Dicha palabra Mallku ha sido castellanizada como Mallqui para referirse a todas las momias pre incas e incas. Sin embargo en la ciudadela Wari, en el sector conocido como Checo Wasi, se observan recintos enterrados con lajas de piedras como estancias funerarias, muy diferentes a las construcciones de Wilcahuain.Las ruinas de Mongachayoq, son tumbas megalíticas enterradas en recintos cuadrados de piedra que nada tienen de semejanza con la monumental construcción de Wilcahuain.
En las últimas excavaciones en el IchicWilcahuain se han encontrado momias enterradas en el suelo, fuera de estas construcciones antiguas.  En conclusión:Wicahuain¿fue o no fue un cementerio? Responderemos que no fue un cementerio, sino un recinto sagrado de la cultura Recuayo tal vez fueron los restos de la capital de su imperio. Nuevos estudios nos dirán la verdad. Por qué la verdad de hoy, es la mentira del mañana.
Respondamos la tercera presunta:¿Por qué se dice que Wilcahuain pertenecen a la cultura Wari?
Para responderla, tenemos que tener presente todo lo que dijimos anteriormente; que tanto la cultura Recuay y la cultura Wari pertenecen a diferentes periodos de la historia pre inca. La cultura Recuay es mucho más antigua, y probablemente los Wari pudieron conquistarlos en los años 600 a 800 d.C.,mucho después de que ya estuvieronconstruidas las ruinas de Wilcahuain. Pudieron asentarse en su lugar, pero no necesariamente los Wari construyeron estas ruinas para que pertenezca a su cultura;como lo afirman los diferentes gráficos que adornan su pequeño museo en las ruinas arqueológicas, y los diferentes afiches pegados en el Museo Regional de Huaraz.
La confusión se nos presenta, por haber sido impuesto en Huaraz, la cronología de “Los Estadios de Desarrollo” propuesto por el arqueólogo ayacuchano Luis. G. Lumbreras,donde el actor principal es la cultura Wari. Sabemos que existen diferentes criterios para establecer una cronología.En nuestro país, también estáaceptada la propuestadel arqueólogo americano John H. Rowe, quien dividió nuestro pasado según los estilos  de la cerámica existente en diferentes épocas. Los dividió en Horizontes y en Intermedios, que se alternan según las características de las épocas. Esta clasificación es la más conocida y la más usada, tanto en nuestro país como en el extranjero. Además las fechas indicadas son aproximaciones generales que pueden variar de forma significativa en diferentes regiones del Perú.


El estilo de la cerámica Recuay,denominado “paccha”,es muy diferente al estilo “Robles Moqo”, “Huamanga” o “Conchopata” de los Wari.Aquí, ellos tienen más influencia de la cultura Tiahuanaco con sus imágenes del dios de los báculos, así como sus bloques de piedras talladas semejantes a las de Pumapunku. Por qué no se sustenta que Wari fue un reducto de los Tiahuanaco, ya que sus construcciones y sus esculturas líticas así lo confirman.  No entiendo por qué, los pocos restos de cerámica  encontrada en Wilcahuain tienen  que ser clasificada como estilo Wari. Sí sabemos que en el periodo pre inca e inca, no existió la moneda, y todo se realizaba por trueque o intercambio regional, es fácil deducir, que ejemplares de la cerámica Wari pudieron ser llevados por el intercambio comercialcuando estaba habitado Wilcahuain, o se encontraba ocupado o sojuzgado por otra cultura regional. Si después de muchos años, un arqueólogo ayacuchano descubreunos pequeños fragmentos de cerámica Wari al estudiar estas ruinas enWilcahuain, de ningún modo puede llevado solo por estos indicios; afirmar que dichos restos de cerámica correspondieron a una cultura que nunca piso suelo Ancashino.Tampoco se le puede catalogar como un gran descubrimiento científico para los lugareños.
Esta demás decir,que existen comentarios de otros estudiosos de las culturas pre incas, que afirman:“Significativamente, ni la costa central, ni en la costa norte hay evidencias de la construcción de centros administrativos Huari de envergadura” (Makoswski 2004: 175). También se afirma que los moches no fueron influenciados en su cerámica por los Wari.Leamos lo que nos dice la arqueóloga Leonor Cisneros Velarde: La presencia de cerámica u otros materiales ayacuchanos en esta zona es casi inexistente. La arqueología no encuentra en el valle de  moche vestigios Wari. (Cisneros 1980: 146, 147)Entendemos al leer esos párrafos, que no se han encontrado vestigios de sus cerámicas en el territorio que abarcaban los mochicas como es el valle de La Leche, Jequetepeque,  Chicama,  Moche, Virú, Chao, Santa, Nepeña y Huarmey, lo que confirma la no  existencia Wari en aquella época remota. Pero sí se han encontrado, cerámica Recuay en todo el territorio Moche. Además, no está probadoque las ruinas de Pachacamac tuvieran algo de la influencia Wari, porque la mayoría de las publicaciones científicas contienen datos contradictorios y por lo tanto no nos permiten tener una completa seguridad al respecto. Si uno desea información sobre esta cultura, en la mayoría de libros o revistas que se publican en nuestro país y en el extranjero, aparecen mañosamente imágenes de centros arqueológicos como Piquillacta, Waruhuilca, Hiracochapampa, Wilcahuain y otros; haciendo aparecer que son dela cultura Wari. Muchos de sus datos bibliográficos que lo hacen aparecer como un gran imperio, suelen ser informaciones ambiguas que nada aclaran el tema.
Respondamos la pregunta: ¿Que representan en realidad estos monumentos arqueológicos?
Responderemos que Wilcahuain,representa los vestigios de una cultura propia, de una región como es el Callejón de Huaylasy es el patrimonio de todos los huaracinos y recuaynos. La cultura Recuay es una cultura, que no ha sido suficientemente estudiada por los hijos del lugar. Ahora que existe una facultad de Arqueología en la Universidad Santiago Antúnez de Mayolo en Huaraz, es un deber moral que se aboquen en su estudio. Wilcahuain representa la herencia de la culturaChavín;una cultura milenaria de aquella época.Ya dijimos que esto es posible;por su cercanía en su territorio, por la similitud de sus construcciones y los tallados líticos de sus estructuras. Los restos arqueológicos de Wilcahuain, son un patrimonio cultural que debemos de cuidarlo, quererlo, defenderlo y conservarlo. No debemos de permitir que otra cultura muy lejos de su territorio se vanaglorie de sus estructuras. Solo así demostraremos un poco de respeto y amor por nuestros ancestros. Los incas, posteriormente heredaron los conocimientos y costumbres tanto de los Reucay como de los Wari, pero dejemos que cada cultura:¡ocupe su verdadero lugar!
La cultura inca es una cultura singular en la historia mundial, poco estudiada, satanizada por su verdugo el español e incomprendida por los extranjeros que no entiende su idioma ni vislumbran sus costumbres. Es triste escuchar, como el peruano grita alos cuatro vientos que el Perú es “tierra de incas”, “te amo Perú”, pero el recuerdo de los incas no se plasma en la realidad. Todo es palabrería. Nadie los recuerda.No tienen monumentos que los conmemoren.No hay quienes lo estudien y sí se habla de ellos, los peruanos hablamos en voz baja, casi con vergüenza.  El abandono, la indiferencia, el desdén de estudiarla y quererlo, hace ver que los peruanos detestamos su cultura. Los incas pasan por la historia peruana, satanizada y vilipendiada por sus propios hijos. Si no procedemos con benevolencia a favor de nuestros ancestros,Wilcahuain, solo será un triste reflejo del olvido, de la ingratitud y delahumillaciónque le acarreamos a nuestros antepasadoslos incas.Este legado sombrío, será  transmitido mañana más tarde a nuestros hijos.

Referencia Bibliográfica:
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Hyslop, John. (1977). USA.Chulpas of the Lupaca zone of the Peruvian high plateau. En Journ of Field Archaelogy
Lumbreras, Luis Guillermo. (1980).Lima. Los Orígenes de la Guerra y el Ejército en el Perú. Editorial Milla Batres.
Lumbreras, Luis G. (1981) Lima. El Imperio Wari. Historia del Perú. Tomo II. Editorial Juan Mejía Baca.
Lumbreras, Luis G. (1982) Lima. Los Orígenes de la Civilización en el Perú. Editorial Milla Batres.
Makowski, Krzysztof. (2004). Lima. Primeras Civilizaciones. Tomo IX. Enciclopedia Temática del Perú. Empresa Editora El Comercio. S.A.
Ravines, Roger. (2005). Historia General del Perú. Tomo II. Las Culturas Preincas. Lima. Editorial Bruno. Tercera edición.
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