Cultura Inca y Atahualpa

lunes, 25 de febrero de 20131comentarios

Atahualpa Un vergonzoso sobrenombre del último inca del Perú

El verdadero nombre de nuestro último inca,no fue ese vergonzoso apodo, mote, sobrenombre, apelativo o chanza que le asignaron los ibéricos que es : ¡Atahualpa! Su verdadero nombre es “Atabalipa”. Nombre  que aparece consignado en todas las páginas de las crónicas antiguas desde que se editó el primer ejemplar sobre la Conquista de los Incas: “La Conquista del Perú, llamada la Nueva Castilla”,escrito por Cristóbal de Mena en Sevilla, en el año de 1534.En 1572, tras la publicación de la obra “Historia Indica”del cronista Pedro Sarmiento de Gamboa,quien escribió por orden de Francisco de Toledo, se inserta por primera vez este vergonzoso apelativo.Desde aquella época tanto historiadores y hombres comunes de nuestra patria, usamos sin ponernos a pensar si es verdad o mentira, éste sobrenombre. No hacemos nada para reivindicar al representante de nuestra etnia y a la vez nuestro ancestro. Hay tal tergiversación de la figura de éste inca, que me siento lleno de rabia e indignación, cuando veo documentales editados en otros países como: la Nacional Geografic, History Channel o Discovery,donde se propalan incongruencias de nuestra cultura, y satanizan la imagen de nuestro inca. Los adjetivos que utilizan para atacarlo es,calificarlo de usurpador, bastardo, asesino y quiteño. Yo demuestro que cada adjetivo, es falso y es injusto atribuírselo al inca. Desde aquella lejana época nadie quiere defenderlo, porque la mayoría de los libros que hablan de éste inca,es desde la óptica del vencedor, es decir desde la óptica del español que se creía provenir de una raza superior y durante trescientos cincuenta años de colonialismo, manipulo y acomodo de acuerdo a sus intereses nuestra historia.
“Atabalipa” fue una víctima inocente de una banda de asesinos que nunca reconocieron su injusticia.Asesinaron a más de seis millones de incas en la conquista y como todo delincuente,imputaron la culpa de sus actos a la víctima para presentarlo como un bárbaro,tanto en la historia propia como en la ajena. Me produce una profunda pena, que en mi país con un 95% de sus habitantes mestizos de raíces andinas,guardemos sentimientos hispanistas; glorificamos al invasor y despreciamos a nuestros ancestros. A nadie le interesa reivindicar nuestras raíces indígenas y afirmar nuestra identidad.Este pequeño libro, expone sucesos de la invasión española en toda su crudeza desde el punto de vista del vencido.
Al leer suspáginascomprenderás ¿Cuál es verdadero nombre del inca?Su significado quechua y su significado en el idioma castellano.Además, encontraras una mejor visión de nuestra cultura inca.Revisando suspáginas,conocerás uno del los sucesosmás contradictorios de nuestra historia pasada: ¿Cuál es? Afirmar que el Tahuantinsuyo fue dividido por Huayna Cápac en dos reinos poderos:¡Quito y Cuzco!Dicha afirmación no tiene nada de cierto. Todo es un invento hispano para glorificarse de vencer a poderosos reinos y contribuir con esas afirmaciones a la división de etnias únicas. El reino de Quito nunca existió como un poderoso reino rival del Cuzco, fue una minúscula etnia que integro el Tahuantinsuyo.
En otros capítulos de este libro,encontraras un mejor retrato de la personalidad del que nos invadió: Francisco Pizarro.Muchos libroslo glorificaninventado una serie de virtudes que nunca tuvo. Y culminaras la visión de este texto, con un estudio interesante del adjetivo “cholo” del cual muchos nos orgullecemos yes un adjetivo discriminador y racista.
ATAHUALAPA, Un Vergonzoso sobrenombre del último Inca del Perú, es un texto de 182 páginas de buen papel. Formato A5. Tiene una caratula atractiva y una abundante bibliografía de más de 128 libros, de diferentes cronistas e historiadores, tanto nacionales como extranjeros que han revisado y editado la historia de los incas. Sus 18 subtítulos, contiene diferentes temas relacionados al imperio incaico y su sojuzgamiento. Está escrito en forma amena y con un profundo amor a la cultura inca. El personaje principal es Atahualpa, y el argumento gira en torno al sobrenombre que los españoles le impusieron y las imputaciones que se le atribuye.

La Cultura Inca y Atahualpa

La cultura inca es una de las más singulares entre las culturas del Nuevo Mundo. Muy distinto a los aztecas, mayas, chibchas y difiere de ellos en su organización política, religiosa y económica. Sabemos que los diferentes pueblos y culturas del mundo han tratado de solucionar la miseria, el hambre y la explotación del hombre por el hombre y han ideado diversas formas de gobierno.No se ha logrado hasta ahora el ideal de la libertad, solidaridad e igualdad entre los seres humanos.Aunque parezca poco creíble, la cultura inca llego a lograr ese ideal, revisemos su organización tanto política, económica y religiosa para comprenderlo.

Organización Política y Administrativa.- Es cierto, que ésta cultura estuvo regido por el centralismo y una forma de gobierno del tipo socialista. El inca era el rey, la colla la reina y tenía una clase dirigente con privilegios para gobernar, que los españoles llamaron Orejones. Ellos se encargaban de la administración de todo el imperio. Tuvieron un territorio inmenso, que abarco los actuales países como el sur de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y todo el noreste Argentino. Se dice que llegaron incluso a guerrear con los Chiriguayos (Paraguayos). Para administrar este inmenso territorio, tuvieron que dividirlo en Suyos o regiones e implementaron una red de caminos o sistema vial,llamado el “CápacÑan”, que comunicaba hasta los pueblos más alejados del imperio incaico, para su supervisión. Hasta el día de hoy persisten estos caminos. A Cada cinco kilómetros había “tambos”, unas casas pequeñas que contenían alimentos, ropa, armamentos y su existencia servía para que los peregrinos se alojen, o para el aprovisionamiento de los hombres de guerra que pasaban por ahí. Era el alivio en casos de desastre de los necesitados.También servía de alojamiento para los chasquis (correos) y durante la conquista hispana,estos “tambos” sirvieron para que se alimentaran los invasores y perduraron hasta los tiempos de la colonia, a pesar de ser saqueados y destruidos por la rapiña de los invasores y sus secuaces. Todo poblado que estaba cerca era el encargado de aprovisionarlo, con los excedentes materiales destinados al inca y al pueblo. Con el sistema del “Ayni”, los incas alegremente mantuvieron los tambos pulcros y con el alto valor moral que poseían, nunca eran robados, ni saqueados.
Todo el poblado que pertenecía al imperio, era regido por un cacique del lugar, quien impartía las leyes de la organización y convivencia de la población. Las comunidades estaban agrupadas en diez, cien, quinientos y mil familias regidos por jefes que tenían diferentes estratos de mando. Un solo idioma, el “Runa simi”, unificaba a las poblaciones de todo el imperio y hasta hoy se habla éste idioma en Ecuador, Perú, Bolivia y el Noreste de Argentina. Todos los sucesos que ocurrían en el imperio era registrados en unos cordones anudados llamados “Quipos”, que contabilizaban todas las cosechas, el ganado y la numerosa población que eran divididos,en varones, mujeres, casados, solteros, niños y ancianos, a los cuales se les tenía en cuenta a la hora de asignarles tareas de acuerdo a su edad. Estos “Quipos” eran manejados por hombres expertos en contabilidad y estadística,la gestión del gobierno estaba basada en la planificación y la coordinación, a pesar que ellos, nunca conocieron la escritura,
Los “chasquis” eran el sistema de comunicación en postas,que llevaban las ordenes de los que gobernaban.Las noticias y los encargos llegaban rápidamente a los altos mandos del imperio a través de los caminos diseñados para ello. Era tan veloz este sistema, que en pocos días el Inca y su clase dominante, se enteraban de todo lo que ocurría en los diferentes pueblos sojuzgados. Aparte de esa administración,había otro sistema de control para saber si un cacique obraba mal u obraba bien, con lo cual eran premiados o castigados en su función. Los funcionarios mencionados, eran los “Tucuyricuy”, que en forma anónima se presentaban en cualquier pueblo del reino, para administrar justicia en nombre del Inca.
Los caminos, las obras de irrigación, los puentes eran construidos por los soldados en tiempo de paz y por los miembros de la comunidad que eran los beneficiados.Luego, ellos se encargaban de su mantenimiento. Los soldados en sus campañas militares, nunca invadían las chacras de la comunidad, ni la saqueaban, ni la depredaban y en las acciones de guerra no usaban su poder para masacrar a los vencidos. Muchos pueblos se adhirieron al imperio incaico buscando los beneficios de su organización, y a los que no se sometían, les daban tiempo de pensarlo, mediante dadivas o el sistema de “reciprocidad”. Si esa acción no resultaba, recién les hacían la guerra y luego de implementar su sistema de gobierno eran recién ciudadanos del imperio.Nunca se ensañaban con ellos, y les permitían que siguieran con sus costumbres, siempre que no fueran un peligro para el imperio. Los españoles han satanizado a los incas, mediante sus sacerdotes, acusándolo de realizar el “Cápac Cocha” un sacrificio de niños y adolecentes para el inca. Nada más falso. Los incas no realizaron sacrificios humanos como los aztecas o los mayas. Tal vez alguna etnias del incanato como los moches, cañarís, los motupes etc.,pero de ninguna manera los incas del Cusco.Los extirpadores de idolatrías acusaron con estas prácticas a los incas, para justificar la invasión castellana y minimizar los abusos y la crueldad de los hispanos.
Los palacios incaicos fueron las construcciones más asombrosas: Amaru Cancha palacio de Huayna Cápac, Pucamarca palacio de Túpac Inca Yupanqui, Ccasana palacio de Pachacutec, Quishuarcancha palacio de Huiracocha, Ccolcampata residencia de Manco Cápac,y el Coricancha residencia del dios Inti, son hasta el día de hoy soberbios.Ni que decir de Machupicchu, Sacsayhuaman, Kencco, Tambomachay, Pisac, Oyantaytambo y Tipón. Verlos, queda uno sin palabras para describirlo, porque para su construcción se hatenido que requerir de amplios conocimientos de matemática, de geometría, de hidráulica y arquitectura. Todas estas construcciones fueron saqueadas y destruidas por la avaricia de unos ignorantes que no supieron valorar estas joyas. Desmontaron las piedras de los palacios reales incas, piedra por piedra para construir las casas coloniales y con envidia destruyeron aquellos monumentos en busca de oro y riquezas. Que podemos decir de la cerámica, la orfebrería y la metalurgia inca que se desarrollo más de lo imaginable. Solo una mentalidad retorcida y retrograda, puede decir que losque construyeronesos palacios y los objetos de arte, fueron unos ignorantes, brutos, incultos e idolatras seres como los incas.No valorarlos es ser malagradecidos con nuestros ancestros, porque para mí, los barbaros, los brutos y los ignorantes fueron los que nos invadieron y nos saquearon.

Organización Económica y Social.-La economía del pueblo inca,estaba basada en la práctica de la reciprocidad, la redistribución de la riqueza y el trueque o intercambio de productos de una comunidad a otra, porque los incas no conocieron la moneda. Su riqueza se basaba en sus tierras, su agricultura, su ganadera y su mano de obra. Todos los integrantes del incanato, tenían su labor de acuerdo a su edad y condición física. Hasta los discapacitados, contribuían en el trabajo de la comunidad de acuerdo a su condición para honrar la ley del “Ama Quella” o el no ser ocioso, es por eso que no existían mendigos como lo afirman algunos cronista. La agricultura era el sistema más avanzadoen todo el imperio. Contaban con semillas mejoradas,que obtenían de unos laboratorios como los andenes de Moray o las terrazas  de Tipón.  Usaron los guanos de las islas como abono o pescados pequeños para mejorar las cosechas. Sus sistemas de riego no dejaban de verdear los campos incas y hasta el día de hoy continúan en uso;como en Cumbemayo en Cajamarca, los canales subterráneos de las pampas de nazca y otros más. Los excedentes de lascosechas o la sobreproducciónde los alimentos eran depositados en los tambos y las “Collcas” que preservaban ingentes reservas de alimentos, tanto vegetales como animales. Fueron saqueados y destruidos por la rapiña de los españoles, como única muestra de ello existen hasta hoy,sus ruinas en Ollantaytambo y Huanocopampa. Crearon los andenes o terrazas agrarias para ganar campos de cultivos a la difícil superficie serrana. Lo atestiguan, los andenes del cañón del Colca en Arequipa, los andenes deMachu Picchu, los andenes de Huayanay, de Moray, de Tipón, de Pisac en el Cusco, etc. Con toda esta tecnología y previsiones nunca sufrieron de hambre, así hubiere sequia. Cada comunidad tenían sus colcas de reserva y tierras adicionales para cultivar, aunque no eran dueños de las tierras, el producto de su trabajo se revertía en beneficio de la misma población.
Su ganado,antes de la llegada de los españoles eran tan inmensos que satisfacían el consumo de carne, lana y como animal de carga a sus cuidadores. Fueron sacrificados por miríadas para el consumo del tuétano de sus cerebros, por los hambrientos hispanos que luego eliminaban el resto como cosa inservible. En poco tiempo,estos auquénidos casi llegaron al borde de la extinción al instaurarse en nuestro suelo el ganado europeo.  
Socialmente,la solidaridad de las comunidades incas se traducía en sus faenas agrarias,que se trabajaba con alegría con un sistema único en el continente denominado: “Minka”.Ahí se realizaban todos los trabajos comunitarios; como construir casas, sembrar tierras, realizar faenas de gran dimensión. Se convocaban entre ellos sin fines de lucro y se ayudaban mutuamente.El propietario o beneficiado se encargaba de darles de comer y cuando había otra faena, estaba obligado a colaborar como lo habían hecho con el beneficiado. Este sistema solidario fue utilizado maliciosamente por el español y luego satanizado,han pasado muchos años y hasta hoy este sistema de ayuda mutua persisten en algunas comunidades campesinas.Por este motivo no había en el incanato necesidadespor la hambruna.
La familia era la unidad fundamental de la sociedad inca y el estado se encargaba de proveerle todo lo que fuera necesario y ellos como una especie de tributación devolvían el favor con trabajos comunitarios para el inca y la clase gobernante. Una forma de solidaridad entre los habitantes del imperio incaico fue su previsión social que ninguna cultura en el mundo cultivó; el de cuidar a los enfermos, lisiados y anormales. Estas personas tenían un lugar en la sociedad. No eran marginados, ni se les asesinaba como lo hacían los griegos y los romanos. La comunidad inca, se hacía cargo de ellos y eran alimentados con el sistema de la “Minka” y las “collcas”. Pero no se les mantenía ocioso. Le asignaban una tarea de acuerdo a su limitación física y no se le abandonaba a su suerte. Por eso, nunca existieron los mendigos en el imperio incaico.

Organización Religiosa.- El dios de los incas; llamado Ticcsi Wiracocha Inti Taytayayanchic (Padre creador) también llamado Pachacamac, era el dios principal incaico que era representado en la imagen del sol. Se le adoraba en su templo llamado “Coricancha”y este Dios, no era tan sanguinario que solicitaba sacrificios humanos como el dios Huitzilopochtli de los aztecas o el dios Itzamna de los mayas. Lo adoraban alegremente unas mujeres llamadas “acllas”, que dedicaban toda su vida como una especie de monjas a servirle. Sus sacerdotes, solo pedían pleitesía y se regían por un código moral: Ama Sua, Ama Quella y Ama Llulla, (No seas ladrón. No seas Ocioso. No seas mentiroso). Este código moral dice mucho de la calidad de persona que eran los incas. Es triste escuchar decir a los mismos descendientes de esta cultura, afirmar que eran palabras muertas y ningún historiador quiere comprender que una de las causas de la destrucción de los incas fue su organización religiosa. Nos invadieron personas con diferente moral, así se llamen cristianos,pues estas gentes eran ladrones, mentirosos, lujuriosos y ocioso: ¡vicios que odiaban los incas!Con su poderosa tecnología, ya sea militar o religiosa y con una minúscula gente (168 personas),  envolvieron con sus artimañas a una cultura,que moralmente eran inocentes, confiados en la buena fe de la gente, ingenuos y la destruyeron. Para justificar su injusticia de robos, saqueos, asesinatos y corrupción, nos colonizaron y por más de trescientos años manipularon nuestra historia ajustándolo a su conveniencia para presentarse pulcros, justos y benefactores ante la historia mundial.
No me cansare de repetir que la cultura inca, fue una cultura única, singular, sin igual en la Historia Universal.Ellos eliminaron el hambre, la miseria, la injusticia y la pobreza en su territorio.Cultivaron la solidaridad, el trabajo, la compasión y la justicia entre ellos. Hoy,es poco estudiada, se encuentra satanizada y marginada por su verdugo, y por su propia descendencia. Los españoles, durante trescientos cincuenta años han manipulado la historia, para hacer aparecer a los incas como gente ignorante, inculta e idolatra. En los libros de Historia del Perú se nos enseña una serie de datos falsos para no valorarla. Decir que los españoles fueron los que nos trajeron la luz, el conocimiento y la religión para ser mejores hombres.No se ven los resultados. No somos mejores que los demás. El código moral inca era muy superior en lo que respecta a la solidaridad, la honradez y el amor al prójimo, muy distinta al código moral cristiano que nos fue legada. Los incas fueron más industriosos que los ociosos hispanos. La sociedad inca fue más justa y equitativa porque elimino la miseria, la pobreza y la desigualdad social. El malvado español por mucho tiempo nos tuvo míseros, pobres y peor que esclavos. El último inca llamado Atabalipa (Atahualpa, es un apodo o sobrenombre que significa “que gallina”), este inca fue un chivo expiatorio para calmar la sed de oro de los invasores. A este inca le quitaron su reino, sus tierras, sus mujeres, sus hijos y su dignidad que hasta el día de hoy, su memoria sigue; satanizada, difamada y ultrajada sin que nadie haga algo por reivindicarlo. Si quieres enterarte más de la cultura inca, te invito a leer el libro “ATAHUALPA. El vergonzoso sobrenombre del último inca del Perú”, escrito por Alejandro La Torre. En este libro aprenderás más de nuestros antepasados a quienes lo valorarás y los amarás por ser como fueron,este libro, habla de la destrucción de la cultura inca desde el punto de vista del vencido, y no del vencedor.

Alejandro La Torre. Estudioso de la Cultura Inca. Más información en la dirección de correo electrónico altormed@hotmail.com.
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