El verdadero nombre de nuestro
último inca,no fue ese vergonzoso apodo, mote, sobrenombre, apelativo o chanza
que le asignaron los ibéricos que es : ¡Atahualpa! Su verdadero nombre es “Atabalipa”.
Nombre que aparece consignado en todas
las páginas de las crónicas antiguas desde que se editó el primer ejemplar sobre
la Conquista de los Incas: “La
Conquista del Perú, llamada la Nueva Castilla”,escrito por
Cristóbal de Mena en Sevilla, en el año de 1534.En 1572, tras la publicación de la obra
“Historia Indica”del
cronista Pedro Sarmiento de Gamboa,quien escribió por orden de Francisco de
Toledo, se inserta por primera vez este vergonzoso apelativo.Desde aquella época
tanto historiadores y hombres comunes de nuestra patria, usamos sin ponernos a
pensar si es verdad o mentira, éste sobrenombre. No hacemos nada para
reivindicar al representante de nuestra etnia y a la vez nuestro ancestro. Hay
tal tergiversación de la figura de éste inca, que me siento lleno de rabia e
indignación, cuando veo documentales editados en otros países como: la Nacional
Geografic, History Channel o Discovery,donde se propalan incongruencias de
nuestra cultura, y satanizan la imagen de nuestro inca. Los adjetivos que
utilizan para atacarlo es,calificarlo de usurpador, bastardo, asesino y
quiteño. Yo demuestro que cada adjetivo, es falso y es injusto atribuírselo al
inca. Desde aquella lejana época nadie quiere defenderlo, porque la mayoría de los
libros que hablan de éste inca,es desde la óptica del vencedor, es decir desde la
óptica del español que se creía provenir de una raza superior y durante
trescientos cincuenta años de colonialismo, manipulo y acomodo de acuerdo a sus
intereses nuestra historia.
“Atabalipa” fue una víctima
inocente de una banda de asesinos que nunca reconocieron su injusticia.Asesinaron
a más de seis millones de incas en la conquista y como todo delincuente,imputaron
la culpa de sus actos a la víctima para presentarlo como un bárbaro,tanto en la
historia propia como en la ajena. Me produce una profunda pena, que en mi país con un
95% de sus habitantes mestizos de raíces andinas,guardemos sentimientos
hispanistas; glorificamos al invasor y despreciamos a nuestros ancestros. A
nadie le interesa reivindicar nuestras raíces indígenas y afirmar nuestra
identidad.Este pequeño libro, expone sucesos de la invasión española en toda su
crudeza desde el punto de vista del vencido.
Al leer suspáginascomprenderás
¿Cuál es verdadero nombre del inca?Su significado quechua y su significado en el
idioma castellano.Además, encontraras una mejor visión de nuestra cultura
inca.Revisando suspáginas,conocerás uno del los sucesosmás contradictorios de
nuestra historia pasada: ¿Cuál es? Afirmar que el Tahuantinsuyo fue dividido
por Huayna Cápac en dos reinos poderos:¡Quito y Cuzco!Dicha afirmación no tiene
nada de cierto. Todo es un invento hispano para glorificarse de vencer a poderosos
reinos y contribuir con esas afirmaciones a la división de etnias únicas. El
reino de Quito nunca existió como un poderoso reino rival del Cuzco, fue una
minúscula etnia que integro el Tahuantinsuyo.
En otros capítulos de
este libro,encontraras un mejor retrato de la personalidad del que nos invadió:
Francisco Pizarro.Muchos libroslo glorificaninventado una serie de virtudes que
nunca tuvo. Y culminaras la visión de este texto, con un estudio interesante del
adjetivo “cholo” del cual muchos nos orgullecemos yes un adjetivo discriminador
y racista.
ATAHUALAPA, Un
Vergonzoso sobrenombre del último Inca del Perú, es un texto de 182 páginas de
buen papel. Formato A5. Tiene una caratula atractiva y una abundante bibliografía
de más de 128 libros, de diferentes cronistas e historiadores, tanto nacionales
como extranjeros que han revisado y editado la historia de los incas. Sus 18
subtítulos, contiene diferentes temas relacionados al imperio incaico y su
sojuzgamiento. Está escrito en forma amena y con un profundo amor a la cultura
inca. El personaje principal es Atahualpa, y el argumento gira en torno al
sobrenombre que los españoles le impusieron y las imputaciones que se le
atribuye.
La
Cultura Inca y Atahualpa
La cultura inca es una
de las más singulares entre las culturas del Nuevo Mundo. Muy distinto a los
aztecas, mayas, chibchas y difiere de ellos en su organización política,
religiosa y económica. Sabemos que los diferentes pueblos y culturas del mundo
han tratado de solucionar la miseria, el hambre y la explotación del hombre por
el hombre y han ideado diversas formas de gobierno.No se ha logrado hasta ahora
el ideal de la libertad, solidaridad e igualdad entre los seres humanos.Aunque
parezca poco creíble, la cultura inca llego a lograr ese ideal, revisemos su
organización tanto política, económica y religiosa para comprenderlo.
Organización
Política y Administrativa.- Es cierto, que ésta cultura estuvo
regido por el centralismo y una forma de gobierno del tipo socialista. El inca
era el rey, la colla la reina y tenía una clase dirigente con privilegios para
gobernar, que los españoles llamaron Orejones. Ellos se encargaban de la
administración de todo el imperio. Tuvieron un territorio inmenso, que abarco los
actuales países como el sur de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y todo
el noreste Argentino. Se dice que llegaron incluso a guerrear con los
Chiriguayos (Paraguayos). Para administrar este inmenso territorio, tuvieron
que dividirlo en Suyos o regiones e implementaron una red de caminos o sistema
vial,llamado el “CápacÑan”, que comunicaba hasta los pueblos más alejados del
imperio incaico, para su supervisión. Hasta el día de hoy persisten estos
caminos. A Cada cinco kilómetros había “tambos”, unas casas pequeñas que contenían
alimentos, ropa, armamentos y su existencia servía para que los peregrinos se
alojen, o para el aprovisionamiento de los hombres de guerra que pasaban por
ahí. Era el alivio en casos de desastre de los necesitados.También servía de
alojamiento para los chasquis (correos) y durante la conquista hispana,estos
“tambos” sirvieron para que se alimentaran los invasores y perduraron hasta los
tiempos de la colonia, a pesar de ser saqueados y destruidos por la rapiña de
los invasores y sus secuaces. Todo poblado que estaba cerca era el encargado de
aprovisionarlo, con los excedentes materiales destinados al inca y al pueblo. Con
el sistema del “Ayni”, los incas alegremente mantuvieron los tambos pulcros y con
el alto valor moral que poseían, nunca eran robados, ni saqueados.
Todo el poblado que
pertenecía al imperio, era regido por un cacique del lugar, quien impartía las
leyes de la organización y convivencia de la población. Las comunidades estaban
agrupadas en diez, cien, quinientos y mil familias regidos por jefes que tenían
diferentes estratos de mando. Un solo idioma, el “Runa simi”, unificaba a las
poblaciones de todo el imperio y hasta hoy se habla éste idioma en Ecuador,
Perú, Bolivia y el Noreste de Argentina. Todos los sucesos que ocurrían en el
imperio era registrados en unos cordones anudados llamados “Quipos”, que
contabilizaban todas las cosechas, el ganado y la numerosa población que eran divididos,en
varones, mujeres, casados, solteros, niños y ancianos, a los cuales se les tenía
en cuenta a la hora de asignarles tareas de acuerdo a su edad. Estos “Quipos”
eran manejados por hombres expertos en contabilidad y estadística,la gestión del
gobierno estaba basada en la planificación y la coordinación, a pesar que ellos,
nunca conocieron la escritura,
Los “chasquis” eran el
sistema de comunicación en postas,que llevaban las ordenes de los que gobernaban.Las
noticias y los encargos llegaban rápidamente a los altos mandos del imperio a
través de los caminos diseñados para ello. Era tan veloz este sistema, que en
pocos días el Inca y su clase dominante, se enteraban de todo lo que ocurría en
los diferentes pueblos sojuzgados. Aparte de esa administración,había otro
sistema de control para saber si un cacique obraba mal u obraba bien, con lo
cual eran premiados o castigados en su función. Los funcionarios mencionados,
eran los “Tucuyricuy”, que en forma anónima se presentaban en cualquier pueblo
del reino, para administrar justicia en nombre del Inca.
Los caminos, las obras
de irrigación, los puentes eran construidos por los soldados en tiempo de paz y
por los miembros de la comunidad que eran los beneficiados.Luego, ellos se
encargaban de su mantenimiento. Los soldados en sus campañas militares, nunca
invadían las chacras de la comunidad, ni la saqueaban, ni la depredaban y en
las acciones de guerra no usaban su poder para masacrar a los vencidos. Muchos
pueblos se adhirieron al imperio incaico buscando los beneficios de su
organización, y a los que no se sometían, les daban tiempo de pensarlo,
mediante dadivas o el sistema de “reciprocidad”. Si esa acción no resultaba,
recién les hacían la guerra y luego de implementar su sistema de gobierno eran recién
ciudadanos del imperio.Nunca se ensañaban con ellos, y les permitían que
siguieran con sus costumbres, siempre que no fueran un peligro para el imperio.
Los españoles han satanizado a los incas, mediante sus sacerdotes, acusándolo
de realizar el “Cápac Cocha” un sacrificio de niños y adolecentes para el inca.
Nada más falso. Los incas no realizaron sacrificios humanos como los aztecas o
los mayas. Tal vez alguna etnias del incanato como los moches, cañarís, los
motupes etc.,pero de ninguna manera los incas del Cusco.Los extirpadores de
idolatrías acusaron con estas prácticas a los incas, para justificar la
invasión castellana y minimizar los abusos y la crueldad de los hispanos.
Los palacios incaicos
fueron las construcciones más asombrosas: Amaru Cancha palacio de Huayna Cápac,
Pucamarca palacio de Túpac Inca Yupanqui, Ccasana palacio de Pachacutec,
Quishuarcancha palacio de Huiracocha, Ccolcampata residencia de Manco Cápac,y
el Coricancha residencia del dios Inti, son hasta el día de hoy soberbios.Ni
que decir de Machupicchu, Sacsayhuaman, Kencco, Tambomachay, Pisac,
Oyantaytambo y Tipón. Verlos, queda uno sin palabras para describirlo, porque
para su construcción se hatenido que requerir de amplios conocimientos de
matemática, de geometría, de hidráulica y arquitectura. Todas estas
construcciones fueron saqueadas y destruidas por la avaricia de unos ignorantes
que no supieron valorar estas joyas. Desmontaron las piedras de los palacios
reales incas, piedra por piedra para construir las casas coloniales y con envidia
destruyeron aquellos monumentos en busca de oro y riquezas. Que podemos decir
de la cerámica, la orfebrería y la metalurgia inca que se desarrollo más de lo
imaginable. Solo una mentalidad retorcida y retrograda, puede decir que losque construyeronesos
palacios y los objetos de arte, fueron unos ignorantes, brutos, incultos e
idolatras seres como los incas.No valorarlos es ser malagradecidos con nuestros
ancestros, porque para mí, los barbaros, los brutos y los ignorantes fueron los
que nos invadieron y nos saquearon.
Organización
Económica y Social.-La economía del pueblo inca,estaba
basada en la práctica de la reciprocidad, la redistribución de la riqueza y el
trueque o intercambio de productos de una comunidad a otra, porque los incas no
conocieron la moneda. Su riqueza se basaba en sus tierras, su agricultura, su
ganadera y su mano de obra. Todos los integrantes del incanato, tenían su labor
de acuerdo a su edad y condición física. Hasta los discapacitados, contribuían
en el trabajo de la comunidad de acuerdo a su condición para honrar la ley del
“Ama Quella” o el no ser ocioso, es por eso que no existían mendigos como lo
afirman algunos cronista. La agricultura era el sistema más avanzadoen todo el
imperio. Contaban con semillas mejoradas,que obtenían de unos laboratorios como
los andenes de Moray o las terrazas de
Tipón. Usaron los guanos de las islas
como abono o pescados pequeños para mejorar las cosechas. Sus sistemas de riego
no dejaban de verdear los campos incas y hasta el día de hoy continúan en uso;como
en Cumbemayo en Cajamarca, los canales subterráneos de las pampas de nazca y
otros más. Los excedentes de lascosechas o la sobreproducciónde los alimentos eran
depositados en los tambos y las “Collcas” que preservaban ingentes reservas de
alimentos, tanto vegetales como animales. Fueron saqueados y destruidos por la
rapiña de los españoles, como única muestra de ello existen hasta hoy,sus
ruinas en Ollantaytambo y Huanocopampa. Crearon los andenes o terrazas agrarias
para ganar campos de cultivos a la difícil superficie serrana. Lo atestiguan,
los andenes del cañón del Colca en Arequipa, los andenes deMachu Picchu, los
andenes de Huayanay, de Moray, de Tipón, de Pisac en el Cusco, etc. Con toda
esta tecnología y previsiones nunca sufrieron de hambre, así hubiere sequia.
Cada comunidad tenían sus colcas de reserva y tierras adicionales para cultivar,
aunque no eran dueños de las tierras, el producto de su trabajo se revertía en
beneficio de la misma población.
Su ganado,antes de la
llegada de los españoles eran tan inmensos que satisfacían el consumo de carne,
lana y como animal de carga a sus cuidadores. Fueron sacrificados por miríadas
para el consumo del tuétano de sus cerebros, por los hambrientos hispanos que
luego eliminaban el resto como cosa inservible. En poco tiempo,estos auquénidos
casi llegaron al borde de la extinción al instaurarse en nuestro suelo el
ganado europeo.
Socialmente,la
solidaridad de las comunidades incas se traducía en sus faenas agrarias,que se
trabajaba con alegría con un sistema único en el continente denominado: “Minka”.Ahí
se realizaban todos los trabajos comunitarios; como construir casas, sembrar
tierras, realizar faenas de gran dimensión. Se convocaban entre ellos sin fines
de lucro y se ayudaban mutuamente.El propietario o beneficiado se encargaba de
darles de comer y cuando había otra faena, estaba obligado a colaborar como lo
habían hecho con el beneficiado. Este sistema solidario fue utilizado
maliciosamente por el español y luego satanizado,han pasado muchos años y hasta
hoy este sistema de ayuda mutua persisten en algunas comunidades campesinas.Por
este motivo no había en el incanato necesidadespor la hambruna.
La familia era la
unidad fundamental de la sociedad inca y el estado se encargaba de proveerle
todo lo que fuera necesario y ellos como una especie de tributación devolvían
el favor con trabajos comunitarios para el inca y la clase gobernante. Una
forma de solidaridad entre los habitantes del imperio incaico fue su previsión
social que ninguna cultura en el mundo cultivó; el de cuidar a los enfermos,
lisiados y anormales. Estas personas tenían un lugar en la sociedad. No eran
marginados, ni se les asesinaba como lo hacían los griegos y los romanos. La
comunidad inca, se hacía cargo de ellos y eran alimentados con el sistema de la
“Minka” y las “collcas”. Pero no se les mantenía ocioso. Le asignaban una tarea
de acuerdo a su limitación física y no se le abandonaba a su suerte. Por eso,
nunca existieron los mendigos en el imperio incaico.
Organización
Religiosa.- El dios de los incas; llamado Ticcsi Wiracocha Inti
Taytayayanchic (Padre creador) también llamado Pachacamac, era el dios principal
incaico que era representado en la imagen del sol. Se le adoraba en su templo
llamado “Coricancha”y este Dios, no era tan sanguinario que solicitaba sacrificios
humanos como el dios Huitzilopochtli de los aztecas o el dios Itzamna de los
mayas. Lo adoraban alegremente unas mujeres llamadas “acllas”, que dedicaban
toda su vida como una especie de monjas a servirle. Sus sacerdotes, solo pedían
pleitesía y se regían por un código moral: Ama Sua, Ama Quella y Ama Llulla,
(No seas ladrón. No seas Ocioso. No seas mentiroso). Este código moral dice
mucho de la calidad de persona que eran los incas. Es triste escuchar decir a
los mismos descendientes de esta cultura, afirmar que eran palabras muertas y ningún
historiador quiere comprender que una de las causas de la destrucción de los
incas fue su organización religiosa. Nos invadieron personas con diferente
moral, así se llamen cristianos,pues estas gentes eran ladrones, mentirosos, lujuriosos
y ocioso: ¡vicios que odiaban los incas!Con su poderosa tecnología, ya sea
militar o religiosa y con una minúscula gente (168 personas), envolvieron con sus artimañas a una cultura,que
moralmente eran inocentes, confiados en la buena fe de la gente, ingenuos y la
destruyeron. Para justificar su injusticia de robos, saqueos, asesinatos y
corrupción, nos colonizaron y por más de trescientos años manipularon nuestra
historia ajustándolo a su conveniencia para presentarse pulcros, justos y
benefactores ante la historia mundial.
No me cansare de
repetir que la cultura inca, fue una cultura única, singular, sin igual en la
Historia Universal.Ellos eliminaron el hambre, la miseria, la injusticia y la
pobreza en su territorio.Cultivaron la solidaridad, el trabajo, la compasión y la justicia
entre ellos. Hoy,es poco estudiada, se encuentra satanizada y marginada por su verdugo,
y por su propia descendencia. Los españoles, durante trescientos cincuenta años
han manipulado la historia, para hacer aparecer a los incas como gente
ignorante, inculta e idolatra. En los libros de Historia del Perú se nos enseña
una serie de datos falsos para no valorarla. Decir que los españoles fueron los
que nos trajeron la luz, el conocimiento y la religión para ser mejores hombres.No
se ven los resultados. No somos mejores que los demás. El código moral inca era
muy superior en lo que respecta a la solidaridad, la honradez y el amor al
prójimo, muy distinta al código moral cristiano que nos fue legada. Los incas
fueron más industriosos que los ociosos hispanos. La sociedad inca fue más
justa y equitativa porque elimino la miseria, la pobreza y la desigualdad
social. El malvado español por mucho tiempo nos tuvo míseros, pobres y peor que
esclavos. El último inca llamado Atabalipa (Atahualpa, es un apodo o
sobrenombre que significa “que gallina”), este inca fue un chivo expiatorio
para calmar la sed de oro de los invasores. A este inca le quitaron su reino,
sus tierras, sus mujeres, sus hijos y su dignidad que hasta el día de hoy, su
memoria sigue; satanizada, difamada y ultrajada sin que nadie haga algo por reivindicarlo.
Si quieres enterarte más de la cultura inca, te invito a leer el libro “ATAHUALPA. El vergonzoso sobrenombre
del último inca del Perú”, escrito por Alejandro La Torre. En
este libro aprenderás más de nuestros antepasados a quienes lo valorarás y los
amarás por ser como fueron,este libro, habla de la destrucción de la cultura
inca desde el punto de vista del vencido, y no del vencedor.
Alejandro
La Torre. Estudioso de la Cultura Inca. Más información en la
dirección de correo electrónico altormed@hotmail.com.